marzo 18, 2024

marzo 18, 2024

La espiral de violencia que vive la comunidad de San Juan de Guadalupe, ha salido de control de las instituciones de Gobierno.

Comunidad de San Juan de Guadalupe en Resistencia: A los comuneros se les ha impuesto un mecanismo de control y manipulación terrible. Se les ha hecho pensar que están endeudados con Carlos López Medina y que por ésta razón deben entregar su patrimonio. Esto es una mentira, pues Carlos López ha hecho creer que tiene todos los permisos para obtener la autorización del proyecto “RESERVA”  y que por eso los comuneros le deben 80 millones de pesos. Decenas de comuneros no han aceptado ninguna migaja, es decir, no se han dejado enganchar y otros ya se dieron cuenta de que son víctimas de un enganche y una cohesión. Nos recuerda ese modelo de delincuencia organizada donde a cambio de unos pesos muchos ciudadanos son amedrentados con el cobro incluso con actos de represión y violencia física.

Es decir, delincuencia violenta y brutal.

Carlos López Medina y su grupo tomaron la Procuraduría Agraria durante quince días y mantienen la presión para obligar a la Procuraduría a avalar el despojo. Les paga trescientos pesos por ir a bloquear y agredir. Es la ultra derecha fascista utilizando métodos de una supuesta resistencia. El uso de la violencia para detener comuneros apoyados por la fuerza pública del Estado se encuentra acreditada con la detención de hijas de comuneras el día 23 de diciembre de 2018, durante una asamblea que fracasó.

La furia de Carlos López Medina es por que el compañero Carlos lo ha puesto en evidencia en el tema del cambio de uso de suelo que no tiene en el área que desea, su maquiavélico plan voló en pedazos al momento que los comuneros le amarraron las manos de manera pública a Xavier Nava retándolo a una consulta pública.

De la misma forma cuando desenmascaró el uso indebido del “REALITO” para abastecer su proyecto infame.

El evento consistente en un recorrido ciudadano es la búsqueda de que la ciudadanía cuide, respete y conserve la Sierra de San Miguelito. Cada participante firmó una Carta Compromiso que decía:

Con la presente manifiesto bajo protesta de decir verdad, que me comprometo a guardar orden y comportamiento durante el recorrido y actividades programados para el día de hoy, en lugares de carácter ambiental, cultural e histórico en la Comunidad de San Juan de Guadalupe y sus Anexos Tierra Blanca y San Miguelito. Así mismo me comprometo a no maltratar o sustraer plantas, contaminar o poner en cualquier tipo de riesgo al ecosistema, así como evitar generar basura o residuos de cualquier naturaleza. En caso de causar algún daño o perjuicio, repararé el daño a la brevedad.

Los compañeros comuneros Baudelia Aguilar García, Noel de la Rosa, Juan García, Dolores Quintero, así como, el compañero Tomás Jasso Menchaca, junto con estudiantes universitarios impulsaron una actividad sana y deportiva tratando de construir una alternativa positiva.

Con machetes, piedras y pistolas se fueron sobre Carlos quien hasta el día de hoy sigue hospitalizado, después de una intervención por la ruptura de su clavícula derecha, la fractura en cinco costillas así como lesiones internas que lo mantienen en observación .

Lo golpearon y lo derribaron para que se estrellara contra rocas. Si su cabeza hubiera sido impactada las consecuencias hubieran sido aún más graves.

La Policía Ministerial y Metropolitana cuidaron a los agresores . Carlos López y sus abogados no se ponen de acuerdo en la versión, pues ahora no saben si fue un pleito, una caída o una provocación. Y el torpe Procurador no sabe ni que inventar . Por mentir podría ser emplazado ante el Congreso del Estado.

La comunidad y diversos ciudadanos de organizaciones van a convocar una gran consulta pública para informar y para involucrar a todos los habitantes de la ciudad de San Luis Potosí en relación a la urbanización de la Sierra de San Miguelito y en este sentido emplazaremos al Gobierno de la República y al Congreso del Estado y las autoridades competentes para que esto sea resuelto por todas y todos.