Ébano, S. L. P.- Ahijada Maruca, usted hágase la que esta sorda y ciega; vea y calle, que lo que estamos haciendo no es chismear.

Estamos debatiendo, analizando los problemas que nos conciernen, y afectan el buen futuro y desarrollo del pueblo.

Le repito, no entre en dudas que nos estamos tragando al prójimo. Al contrario, tomamos de ejemplo los conceptos de no robar, no mentir, no traicionar.

Hay vivos que nacen muertos, y todo por hacerle al tío Lolo, argumentan una y otra cosa. Que por la ética y la moral; ninguna de esas mal fundamentadas razones.

Sólo los que razonan serán por siempre los que quieran transformar el paraíso, que no es de gratis. Para eso estamos debatiendo, reinterpretando la historia con alto sentido crítico, y promoviendo su análisis constante, para no ser igual que ellos. Para mejorar el futuro de los que vienen en camino.

Nosotros no somos igual que esos vivos-muertos que desfilaron rindiendo sumisión a sus reyes. Piénsele maruquita, que nada pierde.

En muchos de nuestros pueblos los cargos se compran; quienes lo hacen, e inclusive sufriendo en su conciencia, conflictos de intereses, ya están condenados aún pasando las puertas que les da el derecho de vivir en el contracielo.

Estos vividores se persignan mirando a la casa del Señor. A ellos les importa un comino que se conviertan pecadores de un falso plafón que le llaman cielo porque para eso nacieron.

Por eso me da tanto gusto parar el oído cuando usted se pone a platicar con Doña Chuyina y Don Tebo, porque entonces me doy cuenta de las inmoralidades que cometen esos, como los que se apañaron terrenos que le pertenecen al pueblo y succionaron sus erarios.

Por cierto, que mala suerte tenemos los que sí nos bañamos, ya con este o mañana, 6 días tendremos sin agua.

– No se haga Maruca, sus antepasados solo se pasaban un trapo húmedo en sus partes secretitas para no oler a pescado.

Que se me hace, que no más entrando al poder le reverdecieron sus áridos terrenos y se volvió de los otros… De los que creen que la vida les cambio por siempre.

– No diga eso madrina Niceforina, yo le soy fiel a mis muertitos y leal a mis vivos, nada de traiciones. Por ésta, se lo juro.

Por cierto, aprovecho para invitarla a cenar por este día de los fieles difuntos.

Ya sé lo que va decir, el muerto al pozo y el vivo al gozo. Algo me he aprendido madrina, de lo que usted nos cuenta.