abril 19, 2024

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De Polvos y olvidos, entre uno y otro cafecito, 29 de abril de 2022: Un texto de Valentín Ortíz Rebolloso

Ébano, S. L. P.- Qué ingrata es esa gente que les gusta tener mascotas y no se hace reponsables de ellos; repiten su misma historia familiar.

– Otra vez Doña Panchita, tirando rayos y centellasadiestra y siniestra. ¡ Calmese ¿que no ve que le puede caer la diabetes de un coraje?

– ¿Y cómo que no me voy enfadar? No se vale que primero a’i andan muy cariñosos con sus mascotas; hasta duermen con ellas y comen del mismo plato, los llenan de besitos en el hocico, y cuando ya estan pariendo sus cachorritos, los arrumban. ¡Qué porque no son finos, qué porque sale caro el mantenerlos qué es costosísimo el shampoo para las pulgas, qué las vacunas y desparasitantes, sus precios están por las nubes, ¡qué el cura mascotas no es bueno! Ya mejor le paro de contarle la larga historia, no vaya ser cierto que la del 24 me esté trabajando, con eso que dicen que es bruja…

– En eso si estoy de acuerdo con usted, ¡a mi viejo ya lo tenía, pero bien mareado! Dicen que era de esas…

– A poco es cierto que era de esas que despelucan maridos?

– No sé qué decirle, pero mi viejo la visitaba mucho, que porque es buena para echar las cartas. Mejor regresemos a lo que primero estábamos analizando … En mi barrio los gatos sobre todo en la madrugada no dejan dormir por sus tantas maulladas.

– ¿No serán otros los que maullan, gruñen y ladran de puro jubilo?

– Vaya usted a saber Mine, pero yo si lo digo, muy apenas me alcanza para el pipirín de mis huercos, y ahora… hasta tengo que darle de comer a mis entenados…

– ¿A poco tiene entenados?, entonces su esposo le salió pispiricueto rabo verde?… ¡Quién lo viera?, ¡y ni parece que ya no puede por su edad!

– Eso creé Ud. Doña Panchita, a mi viejo todo le funciona al cien por ciento…

– No me tuerza la boca Mine, ni me haga malos gestos, yo solo se lo digo vacilando…

– Los entenados que tengo, son dos gatitos y un perro que mis hijos recogieron de la calle, ese es mi “muina” contra esa gente irresponsable e inhumana con los pobres animalitos.

– No hable tan fuerte, que el “masgue” ése, esté parando oreja, y no vaya creer que estamos hablando mal de él, con eso que en su casa lo mantienen con to’y prole.

– ¿Verdad que esta bonito el gatito atigrado?, mire, aquí está su foto…

– Ya no se quiebre la cabeza, si no lo quiere, si ya está fastidiada de mantenerlos, regálemelos, mis comadres tienen deseos de unos; con eso que se quedaron para limpiar santos y si no, yo me lo llevo para mi casa, a lo mejor termino con dos de mis viejos problemas que me atañe: Uno con la rata que me come la despensa y el otro con esa rata, alimaña de dos patas que ya no quiere ir a trabajar, ¡que porque le pagan bien poquito! ¿No ve que a mi ex se le acabó el hueso de ser de la real fuerza de aviación, con la llegada de los nuevos? Y ahora tiene que talonearle y piscachearle donde le caiga, y más para mantenerse su vicio.

– Mine, p’a que vea que soy a todo dar, hasta las fotos del minino le regalaré…

– Ahora que se lance mi gallo, le haré esta propuesta y se la diré en su cara, ya verá que mi amigo nos cumplirá. Ya hasta tengo escrita mi ponencia y se la expresaré de memoria, escúcheme para que le dé su visto bueno, Doña Panchita.

– La autoridad debería de tomar cargo en este asunto, porque al final de cuentas es un problema de salud pública, ya en este pueblo la población de perros y gatos va en aumento, para donde quiera que Ud. camine le salen las jaurías al igual que en tiempos de elecciones, salen a saltar los chapulines. ¡Ya es tiempo de cuidar la salud del pueblo! ¡Basta ya de perros, gatos, de plagas de chapulines y ratas que dañan al pueblo!

Valentín Ortiz Rebolloso