marzo 28, 2024

marzo 28, 2024

Cineteca alameda presentará una semana de cine japonés en agosto

Como cada año, la Semana de Cine Japonés ofrece una selección realizada en colaboración entre la Cineteca Nacional y la Fundación Japón, que sirve al público como escaparate para acercarse a los clásicos perdidos del cine nipón, a sus autores más relevantes o a aquellos que han figurado como personajes de culto. Con eso en mente, se ha preparado una selección que pone sobre la mesa el nacimiento del cine sonoro en Japón, regresándonos a los inicios del séptimo arte para invitarnos a reflexionar sobre su historia y sus diferentes manifestaciones alrededor del mundo.  Heinosuke Gosho realizó en 1931 la que se considera la primera película sonora japonesa, Madamu to nyōbō, aunque en el cine japonés existía tradicionalmente un personaje singular, el benshi, un narrador que no sólo iba relatando la película, sino que además interpretaba las voces de los personajes y realizaba los efectos de sonido. Este narrador no fue exclusivo de Japón, pero en ninguna otra parte tuvo el mismo prestigio e importancia. Porque en Japón, el benshi no era algo accesorio; al contrario, en muchos casos era la estrella de la función, más importante aún que los protagonistas de la película. Por eso, gozaba de un estatus realmente privilegiado. El punto de partida de este ciclo sobre el primer cine sonoro japonés, fueron tres películas de Sadao Yamanaka, las únicas sobrevivientes de toda su producción (dos docenas de filmes, en cinco años), digitalizadas, restauradas y presentadas en formato DCP por Fundación Japón en México: Tange Sazen y la vasija del millón de ryō (1935), Kōchiyama Sōshun (1936) y Humanidad y globos de papel (1937). A esas tres películas se le suman otros títulos contemporáneos, realizados entre 1935 y el fin de la década de autores muy reconocidos como son Kenji Mizoguchi, Yasujirō Ozu, Mikio Naruse, Teinosuke Kinugasa, Heinosuke Gosho y Masahiro Makino. Del 2 al 14 de agosto, los nueves filmes restaurados formarán parte de la Semana del Cine Japonés que este año exhibirán las salas del recinto de Xoco con la intención de pensar en la transición entre un cine figurativamente mudoa uno que incluyó la palabra hablada como un elemento más de su vasto acervo.