octubre 12, 2024

El potosino Miguel Barragán es investido por segunda ocasión como Presidente de México: 3 de noviembre de 1835

– Fue originario de Ciudad del Maíz, y sus padres eran descendientes director de Moctezuma.

– Su última voluntad fue que su cuerpo fuera desmembrado y repartido en lugares significativos de su vida.

Un Día en la Historia de San Luis Potosí

Por Fernando Chavira López

San Luis Potosí, S. L. P.- El 3 de noviembre de 1835, Es designado por segunda vez Presidente de México el general MIGUEL FRANCISCO BARRAGÁN ORTIZ fue un político y militar mexicano, originario de Ciudad del Maíz, S.L.P.

Miguel Barragán nació el 8 de marzo de 1789 en Valle del Maíz, San Luis Potosí en 1789. Hijo de Miguel Barragán Jáuregui y Clara Josefa Ortiz de Zárate Moctezuma Andrada, ambos descendientes de Moctezuma.

Inicia su carrera militar en el ejercito realista. Al establecerse el Plan de Iguala se une a él y entra con el Ejército Trigarante en la Ciudad de México. Se opuso a la coronación de Agustín de Iturbide como emperador, por lo que fue detenido y enviado a prisión.

A la caída del imperio, es puesto en libertad y recibe el nombramiento de comandante militar en Veracruz. Ocupó el Fuerte de San Juan de Ulúa, donde concertó la posición de las últimas fuerzas que los españoles mantenían.

Se adhiere al Plan de Montaño y es aprehendido en la hacienda de Manga de Clavo, propiedad de Antonio López de Santa Anna. En 1827 es desterrado del país; y seis años después, regresa a México. Santa Anna, ocupando la presidencia, lo nombra ministro de Guerra.

Durante el periodo presidencial siguiente, encabezado por Valentín Gómez Farías, se desempeña en el mismo cargo hasta febrero de 1834.

Cuando Santa Anna abandonó el gobierno el 23 de enero de 1835, se nombró a Miguel Barragán como presidente interino. Las medidas que tomó se caracterizaron por su corte reaccionario.

Se casó el 18 de noviembre de 1821 con Manuela de Trebuesto y Casasola, condesa de Miravalle.

Miguel Barragán falleció el 1 de marzo de 1836 en Ciudad de México. Como última voluntad pidió que su cuerpo fuera desmembrado y repartido: “Una parte quedó sepultada en la Catedral de México; y los ojos en el Valle del Maíz, San Luis Potosí donde nació; el corazón en Guadalajara, donde había sido comandante general; las entrañas en la colegiata de Guadalupe, y en la capilla del señor de Santa Teresa, en testimonio de su devoción a estas imágenes; y la lengua en San Juan de Ulúa, en recuerdo de haber tomado posesión de la fortaleza al rendirse los españoles, en 1825”.

–Buscabiografías.com.

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