febrero 05, 2025

Cada vez consumimos más alimentos modificados genéticamente

– Asílo revela investigación en la cual participa la UASLP.

San Luis Potosí, S. L. P.- En la actualidad, en México es notorio el consumo creciente de productos genéticamente modificados, lo cual representa riesgos significativos para la salud y la biodiversidad, advirtió la doctora María Guadalupe Galindo Mendoza, coordinadora del Laboratorio Nacional de Geoprocesamiento de Información Fitosanitaria (LANGIF), adscrito a la Coordinación para la Innovación y Aplicación de la Ciencia y la Tecnología (CIACyT) de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).

La conclusión anterior, dijo, es parte de los resultados del proyecto de investigación “Monitoreo de transgenes y pesticidas en maíz y subproductos alimenticios: enfoque sustentable para el campo agrícola mexicano” que es desarrollado por el Laboratorio Nacional de Bioseguridad Alimentaria de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, y en el que además de la UASLP participan la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, UAM Xochimilco y CIATEJ.

La experta informó que dentro del proyecto se ha detectado la presencia de trazas del grano genéticamente modificado en alimentos de consumo cotidiano. Entre los hallazgos más preocupantes, se identificó que entre el 30 % y el 40 % de los productos analizados, contienen los 3 principales genes utilizados por las empresas Monsanto y Corteva, además de que se han encontrado rastros de glifosato y otros herbicidas, en un 40 % de las muestras.

Añadió que los resultados son alarmantes, ya que indican que productos como elotes, mazorcas, semillas y harinas utilizadas para hacer tortillas y otros alimentos tradicionales están contaminados con transgénicos”, destacó la doctora Galindo. Esto no sólo afecta la salud, sino también la biodiversidad y los cultivos tradicionales de maíz criollo, que forman parte del patrimonio biocultural de México.

El proyecto también se enfoca en proteger las variedades de maíz, fundamentales para la identidad mexicana. En San Luis Potosí se han identificado algunas variedades locales, como las de ocho hileras en la Huasteca con alto nivel nutricional, los cónicos del altiplano y los tuxpeños y los tropicales dentados, la cuales, sin embargo, se encuentran en riesgo de contaminación por polen de cultivos transgénicos.

Pese a que la legislación actual en México prohíbe la siembra de semillas transgénicas, Galindo Mendoza destacó la necesidad aplicar la penalización de la contaminación genética, siguiendo el ejemplo de países como Canadá y la India. Además, propuso implementar un sistema de etiquetado que permita a los consumidores identificar productos genéticamente modificados, una práctica común en la Unión Europea. “Es esencial que los consumidores mexicanos tengan la información necesaria para tomar decisiones conscientes sobre los productos que consumen”, dijo, al tiempo de señalar que se busca incorporar tecnologías avanzadas, como inteligencia artificial, para optimizar el muestreo y el análisis de datos.

Con una duración de tres años, el mencionado proyecto está entrando en su segundo año de ejecución. Su objetivo final es mitigar el impacto del aumento de productos genéticamente modificados en la dieta mexicana, proteger los recursos bioculturales y establecer un modelo sustentable para la superficie agrícola del país.