– Fue integrante de la junta de notables que decidió el destino de imperio de Maximiliano de Habsburgo.
– A él se debe la reconstrucción de la Catedral y la transformación del Colegio Guadalupano Josefino en seminario.
Un día en la historia de San Luis Potosí.
Por Fernando Chavira López.
San Luis Potosí, S. L. P.- El 30 de noviembre de 1854, inicia su gestión don PEDRO BARAJAS MORENO, como primero Obispo de San Luis Potosí. Originario de Lagos de Moreno, Jalisco, falleció en San Luis Potosí. Se opuso a la intervención francesa y fue miembro de la Junta de Notables que decidió la suerte del Imperio de Maximiliano de Habsburgo.
Tras haber renunciado la Mitra de los Obispados de Linares y de Chiapas, e incluso la del Arzobispado de México, al fin el 30 de noviembre de 1854 fue preconizado como primer obispo de San Luis Potosí. El 18 de marzo de 1855, el obispo Pedro Espinosa le confirió la consagración episcopal en la Catedral de Guadalajara, y el 24 de abril inmediato tomó posesión del nuevo Obispado.
En San Luis Potosí organizó la diócesis, instaló el Cabildo Eclesiástico, reconstruyó la Catedral y, entre otras actividades, transformó en seminario el Colegio Guadalupano Josefino.
Ante la imposibilidad de pagar un préstamo forzoso por 50,000 pesos, el 14 de julio de 1858 a las 4 de la mañana, las tropas liberales lo expulsaron de la sede episcopal, con rumbo a Matamoros, y de ahí a Brownsville, Texas. El 12 de septiembre del mismo año el general Miguel Miramón derrotó al liberal Santiago Vidaurri, por lo que el obispo Barajas pudo regresar a San Luis Potosí.
No obstante, el 7 de abril de 1859 la ciudad fue nuevamente tomada por los liberales y se vio obligado a refugiarse en Guadalajara, donde el general Santos Degollado le confiscó los bienes inmuebles que poseía en Colima, con el fin de garantizar un préstamo solicitado a comerciantes estadounidenses, para comprar armas.
El 12 de agosto de 1859, junto con el obispo de Guadalajara, se trasladó a la Ciudad de México. Ante la derrota de los liberales en la Estancia de las Vacas, el 28 de enero de 1860 regresó a San Luis Potosí, pero su estancia fue muy breve, dado que el 25 de abril de nuevo triunfaron los liberales y volvió a la Capital de la República.
Otra vez fue expulsado del país en enero de 1861 y residió por segunda ocasión en Estados Unidos, incluso ahí en Nueva York asistió a un concilio provincial y luego pasó a Roma, donde participó en la canonización del primer santo mexicano: Fray Felipe de Jesús de las Casas.
El 28 de enero de 1864 regresó a San Luis Potosí y reinició sus labores episcopales habituales.
–Enciclopedia Histórica y Biográfica de la Universidad de Guadalajara.
-Fotografía de Lagos de Moreno, de Pinterest.