diciembre 03, 2024

Joselito Adame e Isaac Fonseca salieron a hombros en Morelia

Por suparte, Juan Ortega destapó el frasco de las esencias, pero no tuvo suerte con el acero.

Morelia, Mich.- Los matadores Joselito Adame e Isaac Fonseca salieron a hombros de la Monumental de Morelia, Michoacán, tras su participación en la Corrida de la noche de Muertos en la cual no dejaron nada en el tintero, logrando cortar dos y tres orejas; así como los trofeos a la mejor faena y al máximo triunfador, respectivamente.

Y a pesar de haber enfrentado el lote menos propicio, el matador Juan Ortega bordó el toreo para el lucimiento, y siempre estuvo entregado con clase y temple, pero falló con los aceros, mientras que el rejoneador Javier Funtanet dio una aclamada vuelta al ruedo, luego de que tras un efectivo rejonazo final, el puntillero levantó dos veces al toro.

En esa noche se lidió un encierro con un toro de Monte Caldera para rejones, y seis de Peñalba para los toreros de a pie; ejemplares que cumplieron en presencia y resultaron manejables. Destacó el séptimo que recibió palmas en el arrastre.

Ante tres cuartos de entrada y un gran ambiente, la corrida, con fines benéficos, inició cuando el matador Guillermo Capetillo y la empresaria Tomasina entregaron regalos y donativos en especie a los niños de la Fundación AMANC, que son atendidos por dicha agrupación que apoya el tratamiento del cáncer.

El festejo fue abierto por el joven rejoneador Javier Funtanet, quien hizo vibrar a la afición desde la colocación del primer rejón al astado de Monte Caldera, así como por la ejecución de las suertes y la colocación de banderillas largas y cortas, y los pasajes en los que llevó al toro prácticamente “cosido” a milímetros del estribo, y en los que el debió imponer altas cuotas de alegría, pues el ejemplar tuvoera de poca transmisión.

Luego de ejecutar un efectivo rejonazo final, el puntillero levantó dos veces al toro. A pesar de ello recibió petición de oreja que no fue concedida por el juez de plaza y a cambio dio vuelta al ruedo.

Joselito Adame, con su primero tuvo un gran inicio, con dos largas cambiadasde rodillas, una serie de chicuelinas, y un quite por chicuelinas antiguas. Con la muleta debió dosificar las tandas al dar distancia y tiempo al toro, que no terminó por entregarse. Luego de dos viajes con la espada y un par de descabellos, recibió palmas, luego de un aviso.

Su faena importante llegó con el segundo toro en el que invitó a banderillear a los hombres de plata de su cuadrilla: Héctor Garcia y Fernando García, para dar un espectáculo de calidad. Con la muleta, el de Aguascalientes dio una lidia basada en su experiencia y madurez. Con paciencia fue ligando pases por ambos lados, hasta conjuntar una faena de mérito y gran calidad, que remató de estocada entera por lo que se concedieron dos orejas.

El segundo espada fue el español Juan Ortega y aunque el primer toro de su lote fue precioso de tipo, no hubo tela de donde cortar, no tiró por la calle de en medio, sino que se empeñó en hacerle faena. Aunque el burel salía suelto, el sevillano acortó distancias, le tapó la cara con la muleta y lo encauzó con temple para lograr soberbios muletazos, pero concluyó de pinchazo y descabello por lo que perdió la oreja.

También los fallos con los aceros le privaron del triunfo ante su segundo toro al que recibió con lentas y dibujadas verónicas. Con la muleta dejó ver su gran dimensión del toreo, que cautiva a las multitudes. Alcanzó su mejor nivel al torear por lentos y profundos naturales. Terminó con una tanda de muletazos con una rodilla flexionada. Un pinchazo arriba, previo a una estocada, le hizo perder un apéndice, pero, recibió cariñosas palmas del público.

Isaac Fonseca se justificó a lo largo de toda la corrida con la afición de su tierra, y apoyado en la entrega hizo valer la localía para concretar un éxito de tres orejas, a razón de una de su primero, y las dos del último del encierro.

El cuarto toro contó con movilidad y el moreliano la aprovechó para realizar una labor variada, del gustó de la gente. Remató al primer viaje con la toledana y cortó una oreja. El séptimo astado fue el de mejor juego y gran transmisión, e Isaac lo brindó a la empresaria Tomasina.

Con creces aprovechó las cualidades del ejemplar, para ligar muletazos largos y con sentimiento por lo que la banda le tocó el tema “Caminos de Michoacán”, y la gente la cantó para acompañar la faena de su paisano.

Fonseca se dejó querer y correspondió con otras tandas de calidad. Media estocada muy efectiva puso en sus manos otros dos apéndices, para salir del ruedo entre la aclamación popular.