Ángel Rubio Huerta: Del apodo irónico a estratega en la politica potosina

En la historia política del estado hay figuras que trascienden por su carácter, su ingenio y su perseverancia. Tal es el caso de Ángel Rubio Huerta, político potosino que, pese a ser apodado irónicamente como “el hombre de las tres mentiras” —porque no era ángel, no era rubio, ni era huerta—, construyó una carrera sólida en la administración pública y llegó a ser un fuerte candidato a la gubernatura del estado.

Rubio Huerta fue un operador político eficaz y discreto. Durante el gobierno de Guillermo Fonseca Álvarez, se desempeñó como secretario particular del gobernador, una posición de alta confianza donde demostró orden, disciplina y conocimiento del aparato estatal. Más tarde, bajo el mandato de Antonio Rocha Cordero, asumió la Secretaría General de Gobierno, desde donde ejerció un liderazgo hábil y negociador, sorteando conflictos políticos y sociales con eficacia. de la época.

Con una carrera respaldada por décadas de experiencia, Ángel Rubio Huerta se ganó el respeto de sus pares y el reconocimiento de amplios sectores de la sociedad potosina e incluso a nivel nacional, su candidatura a gobernador pudo ser la culminación de una vida política tejida con paciencia, inteligencia y capacidad de interlocución sin embargo esto no llegó. Demostró que, más allá de los apodos, lo que define a un político es su legado, su oficio y la forma en que entiende el poder como herramienta de servicio.