El piloto mexicano Sergio “Checo” Pérez volvió a subirse a un monoplaza de Fórmula 1, pero no con su nueva escudería Cadillac, sino con Ferrari. La razón es simple: según las normas de la F1, los pilotos solo pueden practicar en autos con al menos dos años de antigüedad, algo que Cadillac, al ser una escudería debutante, aún no posee.
Gracias a una alianza técnica entre Ferrari y Cadillac, Pérez y su compañero Valtteri Bottas podrán realizar pruebas en monoplazas del equipo italiano, con el objetivo de recuperar ritmo y sensaciones antes del arranque de la temporada 2026.
Graeme Lowdon, jefe de Cadillac, confirmó que el entrenamiento se llevará a cabo en Imola, Italia, durante un test privado de dos días. Este será el primer contacto de Checo con un F1 desde diciembre de 2024, por lo que la sesión resulta clave para su preparación rumbo a su debut oficial con la nueva escudería estadounidense.
La primera carrera de Checo Pérez con Cadillac está programada para marzo de 2026, pero su regreso al volante vestido de rojo ya despierta entusiasmo entre los aficionados de la Fórmula 1.