La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, instó a los migrantes mexicanos en Estados Unidos a rechazar la propuesta de imponer un impuesto a las remesas. Durante un evento en San Luis Potosí, Sheinbaum calificó la medida como injusta y llamó a los connacionales a comunicarse con los legisladores estadounidenses para expresar su oposición. Advirtió que, de ser necesario se organizarán movilizaciones para demostrar el rechazo a esta iniciativa.
El impuesto propuesto, inicialmente del 5%, fue reducido al 3.5% tras gestiones diplomáticas del gobierno mexicano. Sin embargo, la presidenta enfatizó que continuarán trabajando para eliminar completamente este gravamen, ya que considera que afecta a las familias más necesitadas que dependen de las remesas. En 2024, México recibió 64,745 millones de dólares en remesas, de los cuales 62,500 millones provinieron de Estados Unidos, representando un 3.5% del PIB mexicano.
Sheinbaum también destacó que muchos migrantes ya pagan impuestos en Estados Unidos y que esta medida podría incentivar el uso de canales informales para el envío de dinero, lo cual plantea riesgos legales y de seguridad.
El gobierno mexicano, a través del embajador Esteban Moctezuma y senadores que viajaron a Estados Unidos, ha estado trabajando para convencer a los congresistas estadounidenses de que este impuesto va en contra del acuerdo entre ambos países para evitar la doble tributación.
La propuesta aún debe ser aprobada por el Senado de Estados Unidos y, de ser así, entraría en vigor el 1 de enero de 2026. El gobierno de Donald Trump estima que podría recaudar alrededor de 22,000 millones de dólares entre 2026 y 2034 con este impuesto.
Sheinbaum reafirmó su compromiso de proteger los intereses de los migrantes mexicanos y sus familias, y aseguró que continuarán las gestiones diplomáticas para evitar la implementación de este impuesto.