San Luis Potosí, S.L.P. – Trabajadores de la planta de General Motors (GM) en San Luis Potosí han denunciado posibles actos de corrupción y malversación de fondos por parte del anterior comité sindical ligado a la CTM, el cual ahora busca retomar el control bajo el nombre de “Consejo”, y a través del sindicato denominado “Carlos Leone”, por lo que exigieron que para la próxima elección del nuevo comité sindical, se realicen unas elecciones limpias y sin preferencias para personas como las que conformaban el comite mencionado.
Según testimonios recabados por Vox Populi entre empleados de la planta, se estima que durante al menos el último año de su gestión, afiliados a la CTM, este comité cobró cuotas sindicales a más de 6,000 trabajadores, recaudando proximadamente 300,000 pesos por semana, lo que equivale a *más de 14 millones de pesos anuales*. Este dinero habría desaparecido sin rendición de cuentas, cuando dicho comité dejó de representar formalmente a los empleados.
Los denunciantes acusan que los líderes sindicales de aquella época —identificados como Memo, Susana, Kevin y Pedro— quienes abandonaron la organización sin entregar informes financieros ni justificar el uso de las cuotas sindicales.
Posteriormente, regresaron como parte de un nuevo “consejo laboral” que operó sin reconocimiento oficial y que ahora intenta posicionarse nuevamente a través del sindicato Carlos Leone, al cual califican como una organización “patito”.
Además, los trabajadores aseguran que este sindicato es promovido activamente por la empresa, presuntamente mediante presión a líderes de línea para que obliguen a los obreros a firmar documentos de afiliación, sin proporcionar información ni explicar las consecuencias de firmar ese tipo de documentos.
Los obreros organizados en torno al nuevo movimiento sindical, en su mayoría simpatizantes de SINTTIA, – una organización sindical del ramo automotriz, con agremiados en plantas como la de GM en Silao -, quienes han exigido una auditoría sobre el uso del dinero recaudado durante el periodo de gestión del anterior comité. También han solicitado garantías para que las próximas elecciones sindicales sean transparentes y sin intervención de la empresa.
“El objetivo no es solo denunciar, sino mejorar las condiciones laborales, luchar por aumentos salariales justos, vacaciones dignas, y una representación real”, señaló uno de los representantes del grupo opositor.
La situación podría escalar si no se atienden las demandas de los trabajadores, quienes señalan que durante años fueron víctimas de contratos injustos, amenazas y desinformación, sobre todo en estos momentos, a unos días en los que está por definirse qué agrupación representará a los trabajadores frente a los intereses de la empresa armadora norteamericana.
