mayo 05, 2025

Cómo y Porqué se genera la fumata en la elección papal

Cada vez que el mundo observa con expectación la chimenea de la Capilla Sixtina, una señal ancestral emerge: una columna de humo que comunica si la Iglesia Católica ha elegido a su nuevo líder. Este ritual, conocido como “fumata”, es una tradición cargada de simbolismo y precisión.

La Ciencia Detrás del Humo

Durante siglos, la fumata se producía quemando las papeletas de votación junto con paja: seca para el humo blanco y húmeda para el negro. Sin embargo, esta práctica a veces generaba confusión debido a la ambigüedad del color del humo. Para evitar malentendidos, el Vaticano incorporó compuestos químicos que garantizan una distinción clara entre los dos tipos de humo.

  • Fumata Negra: Indica que no se ha alcanzado un consenso en la elección del Papa. Se produce al quemar las papeletas junto con una mezcla de perclorato de potasio, antraceno y azufre, generando un humo oscuro y denso.
  • Fumata Blanca: Señala que un nuevo Papa ha sido elegido. Se logra al quemar las papeletas junto con clorato de potasio, lactosa y colofonia (una resina natural), produciendo un humo blanco y claro.

Esta evolución en la técnica asegura que los fieles y observadores puedan identificar sin duda el resultado de cada votación.

Un Ritual de Siglos

La tradición de la fumata se remonta al siglo XIII, cuando el Papa Gregorio X estableció las bases del cónclave moderno. Desde entonces, el proceso ha mantenido su esencia: los cardenales se reúnen en la Capilla Sixtina, aislados del mundo exterior, para deliberar y votar en secreto. Tras cada votación, el resultado se comunica al mundo mediante la fumata.

Este ritual no solo representa una decisión eclesiástica, sino también un momento de unidad y esperanza para millones de fieles alrededor del mundo.

La Emoción del Momento

Cuando finalmente emerge la fumata blanca, las campanas de la Basílica de San Pedro resuenan, y un cardenal anuncia desde el balcón: “Habemus Papam”. Es un instante de júbilo y renovación para la Iglesia Católica, marcando el inicio de un nuevo pontificado.

Así, entre la tradición y la ciencia, la fumata sigue siendo una poderosa señal de fe y continuidad en la historia de la Iglesia.