De la fama al escándalo: mientras dirigía el glamour de Miss Universo, también comandaba un grupo criminal

El empresario Raúl Rocha Cantú, conocido por ser copropietario de la franquicia Miss Universo en México, ha pasado de ser figura del mundo del espectáculo a estar en el centro de una acusación por graves delitos. Recientemente fue imputado por la Fiscalía General de la República (FGR) por participar en una red dedicada al tráfico de drogas, armas e hidrocarburos.

La investigación federal, que comenzó tras una denuncia anónima en noviembre de 2024, apunta a que Rocha Cantú lideraba una estructura criminal que operaba entre Guatemala y México. Según la acusación, la red introducía combustible ilegal por lanchas en el río Usumacinta, lo transportaba en pipas —desde estados del sur hacia Querétaro— y lo distribuía a estaciones de servicio. Además, el esquema incluiría tráfico de armas con destino a diversos cárteles.

El 15 de noviembre de 2025 se emitió una orden de aprehensión contra 13 personas vinculadas al presunto grupo criminal, entre ellas Rocha Cantú. No obstante, el empresario solicitó acogerse a un “criterio de oportunidad” —es decir, ofrecerse como testigo colaborador—, lo que momentáneamente suspendió su detención. i

Lo que comenzó como el brillo mediático de un certamen de belleza ahora ha derivado en una investigación de narcotráfico, huachicol, armas y corrupción. Esa dualidad —del glamour al crimen— ha trastocado la imagen pública del concurso y ha encendido alertas en los ámbitos judiciales y sociales.