Diferencias entre el vino para cocinar y el vino de mesa

Cada tipo tiene un propósito específico en la gastronomía y el maridaje.

Aunque puedan parecer similares, el vino para cocinar y el vino de mesa tienen diferencias clave en sabor, calidad y uso.

Vino para cocinar

🍷 Uso: Se emplea en guisos, salsas y marinados para potenciar el sabor y aroma de los platillos.
🍷 Perfil: Generalmente más suave y con un toque salado, ideal para quienes buscan un toque menos intenso.
🍷 Composición: Algunas versiones incluyen aditivos como sal y conservadores para prolongar su vida útil.
🍷 Costo: Más accesible, diseñado exclusivamente para su función culinaria.

Vino de mesa

🍷 Uso: Se consume solo o acompañado de alimentos, ofreciendo un perfil más refinado y equilibrado.
🍷 Calidad: Su producción está enfocada en el sabor y añejamiento, sin aditivos adicionales.
🍷 Cocina: Muchos chefs lo prefieren para cocinar, ya que realza los platillos con una mejor armonía de sabores.
🍷 Variedad: Disponible en una amplia gama de precios, desde etiquetas accesibles hasta alta gama.

📌 Consejo clave:
“No cocines con un vino que no te gustaría beber”. Elegir un vino de mesa de buena calidad garantizará una mejor experiencia en la cocina y en la mesa.