Aunque su color púrpura y la simpática imagen del ajolote lo han vuelto uno de los billetes favoritos para coleccionar, millones de ejemplares del billete de 50 pesos con esta icónica figura mexicana siguen “dormidos” en los cajones, carteras y colecciones personales.
El Banco de México (Banxico) reveló que actualmente hay aproximadamente 12 millones y medio de pesos guardados en billetes de esta denominación, correspondientes a la serie con el ajolote. Esto representa que una parte importante del papel moneda no está en circulación activa, sino resguardada —más por cariño o curiosidad que por uso cotidiano.
Este billete, que forma parte de la familia G, comenzó a circular en octubre de 2021 y desde entonces ha generado un peculiar fenómeno: se volvió objeto de colección casi de inmediato. Su diseño, que muestra al ajolote —un anfibio endémico de México y símbolo de resiliencia— en su hábitat natural en Xochimilco, ha encantado tanto a jóvenes como a adultos.
Banxico explicó que la cifra reportada no significa que los billetes estén extraviados o fuera de control, sino que simplemente no han regresado a la circulación. Y aunque están vigentes y tienen valor, la gente prefiere atesorarlos, algunos incluso en perfectas condiciones, sin dobleces ni desgaste.
En redes sociales y plataformas de venta en línea, es común ver estos billetes ofertados por precios que superan su valor nominal, especialmente si tienen series especiales, errores de impresión o números consecutivos. Todo esto contribuye a que permanezcan “guardados”, lejos de los bolsillos del gasto diario.
Así, el ajolote se ha convertido no solo en embajador de la biodiversidad mexicana, sino también en un símbolo de cómo el arte y la cultura pueden conectar con la economía de formas insospechadas. Mientras tanto, hay 12 millones y medio de razones para pensar que, al menos en este caso, guardar el dinero… sí tiene sentido.