La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, confirmó que el Gobierno de Estados Unidos aplicará un “proceso establecido” para procesar las visas de turismo destinadas a aficionados que deseen asistir al Mundial de Fútbol 2026 —coorganizado con México y Canadá— y que todas las solicitudes serán examinadas a fondo, aunque enfatizó que los visitantes serán bienvenidos.
Durante un acto en el que también participó el presidente Donald Trump, éste aseguró que para la entrada de aficionados “será muy fácil” para algunos países, pero “un poco más difícil” para otros, haciendo alusión a criterios diferenciados según origenl. La declaración tuvo lugar en el contexto del anuncio de la sede del sorteo de grupos, que se realizará el 5 de diciembre en el Centro Kennedy de Washington D.C.
Estas medidas surgen en un momento de alta tensión migratoria en EE. UU., marcada por redadas masivas contra migrantes indocumentados y la revisión de más de 55 millones de personas con visas vigentes, en busca de infracciones que puedan ocasionar la revocación de sus permisos y deportaciones
Ante este panorama, persisten las dudas sobre cómo impactarán las políticas migratorias en la asistencia internacional al torneo. Aunque la FIFA ha minimizado los temores derivados de estas medidas durante el Mundial de Clubes celebrado recientemente en el país, el desafío de garantizar el ingreso seguro y efectivo de aficionados sigue latente.