octubre 30, 2024

La antisolemnidad, o un informe diferente, a ritmo de banda sinaloense

San Luis Potosí, S. L. P.- Acostumbrado ya a que sus seguidores le conviertan en el centro de atención unipersonal de los eventos oficiales del Gobierno del Estado, éste lunes 26 de septiembre, aún minutos antes de manifestarse en forma física en ese recinto, Ricardo Gallardo Cardona hizo su aparición de forma virtual en una pantalla gigante, en el salón del Centro de Convenciones de San Luis Potosí, a donde un abigarrado contingente de invitados llegó para presenciar lo que denominó su “informe de resultados”, expresado muy a su estilo, “fresco e innovador”, – como dijera su esposa, Ruth González-.

Así, para calentar el ambiente, el gobernante fue captado por una cámara a control remoto, charlando amenamente desde el interior del vehículo que le trasladaba hacia el Centro de Convenciones, acompañado por Raúl El Gordo, su conductor, y su esposa, dando desde ahí un adelanto sobre lo que sería el informe.

En esta ocasión, la cita fue marcada a las 19:30 horas, aunque la advertencia fue llegar con bastante tiempo de antelación para evitar problemas de aparcamiento y aglomeraciones, situaciones que, no obstante, de algún modo fueron provocadas por el personal oficioso que colaboró en el evento, que en lugar de facilitar el acceso, finalmente lo entorpecieron para una buena parte de los asistentes.

En medio de un entorno plagado de seguridad, no pocos llegaron a pensar que el dispositivo podría obedecer a una amenaza de bomba o un embate terrorista por el estilo, pero afortunadamente, sólo se trataba de velar por la seguridad de la personalidad del momento.

Luego de que fuéramos sacados de la fila de autos que se formó por la lateral del periférico, – hoy convertido en Circuito Potosi -, y de dar un enorme rodeo por carriles centrales hasta los linderos del Hospital del Niño y la Mujer, – porque según los oficiosos, presuntamente estaría cerrado el paso para estacionar al interior del Parque Tangamanga –, por fin alredeor de las 6:15 llegamos a la explanada de acceso al evento, donde se encontraba ya un buen contingente de los chicos de la prensa, a la caza de la mejor entrevista.

Lo mismo se cruzaron al paso del presidente municipal Enrique Galindo, que del del ex diputado Federal por el Partido Verde, Arturo Escobar, del diputado Federal Alejandro Segovia, o del l delegado de la Cruz Roja, Jesús de la Maza. Lo importante era llevar nota.

Así, minutos después llegó el momento de ingresar al concurrido “día de fiesta”, como lo calificó más tarde Ricardo Gallardo, y quien desde la pantalla gigante a un costado del escenario, habría dicho que sin duda, su informe sería algo “muy padre y para no aburrirse”.

Con ese antecedente, quien esto escribe casi seguro estaba de que, minutos después, junto con toda la concurrencia estaríamos intercambiando pasos de baile, incluyendo los prohibidos, muy al estilo de Layda Sansores, derrochados por aquellas latitudes de Quintana Roo en su propio informe, lo cual – ¡ufff ! – gracias al altísimo, no ocurrió.

Y de esa forma, al grito de “todos los medioooosss vamos a ingresar por esta puerta”, los representantes de la prensa potosina nos dirigimos a un pequeño acceso, que momentos después nos dimos cuenta que era el dispuesto para el servicio del evento, causando sorpresa entre los meseros por ahí dispersos preparándose para entrar en acción, que extrañados nos miraban como preguntando si también íbamos a charolear, pero no, y nos seguimos rumbo a lo desconocido, hacia el área de la terraza.

Luego de un pequeño incidente en el que un oficioso con wokitoki nos impedía el paso, el cuarto poder impuso su ley para ingresar al privilegiado espacio, destinado para reseñar lo que ahí sucediera, resultando que casi en fila india fuimos conducidos a un tapanco rodeado de barandales, que inmediato a un fotógrafo le remitió la mente al célebre “corralito de la ignomínia”, muy de moda hace algunos años en eventos del Congreso de la Unión.

Ya instalados, desde esas alturas pudo verse la disposición de espacios estilo Sonora’s Grill, con los invitados especiales al frente, la gente de medio pelo al centro, y el populacho, los nunca favorecidos, los desinvitados de siempre, hasta allá atrás, en lo que en un modelo de teatro a la italiana, vendría siendo la galería;… la gayola pues.

Y desde por allá llegó Ricardo Gallardo; sólo y con su soledad, acompañado únicamente por la música grabada de una banda sinaloense, repitiendo una y otra vez ad infinitum la Acuarela Potosina.

Así pasaron los minutos, y Gallardo dejándose querer en solitario, porque aún cuando caminó hacia el interior del Centro de Convenciones acompañado de El Gordo y de su esposa Ruth, solitito cruzó por entre las vallas, donde pululaban manos ávidas de tocarle y de alcanzarlo para cumplir con la deseada selfie, – que ahora no sería tan selfie -, sino acompañada del gober.

Hubo momentos en los que parecía que esa pasarela tendría una duración cercana a los casi ¾ de hora que duró el arribo al escenario, durante la toma de posesión del año anterior en la Plaza de Los Fundadores, pero la maniobra ahora sólo tomó unos 25 minutos con una actitud, podría decirse, muy cool del conocido Pollito; tanto, que una mujer de la tercera edad aprovechó el momento de la selfie para robarle un beso de piquito al gobernador, aunque fuera de medio la’o.

Mientras tanto, una voz femenina en off se preparaba ya para su intervención de casi 15 minutos para presentar a todos los notables, como la representante del Presidente AMLO, Luisa María Alcalde, Secretaria del Trabajo; el senador Gerardo Fernández Noroña; el senador Manuel Velasco; Diputados Federales por el Estado; cantantes de música grupera y regional; Gerardo Fernández, el hijo de Chente, gran aficionado y practicante de la charrería; así como también se hizo presente otro campeón de ese deporte nacional, presentado como “el Messi de la Charrería”, deporte que aquí en el terruño vendría siendo, verbi gratia, lo que en la esfera Federal es el béisbol.

Más adelante fueron presentados los ex-gobernadores Teófilo Torres Corzo, – para quien el Gobernador tuvo una deferencia, al brindarle un caluroso abrazo -, y Marcelo de los Santos Fraga, quien no se llevó la mejor parte, ya que casi al unísono, la raza de gayola le brindó un ruidoso abucheo, pero que pronto se apagó cuando una ignota voz comenzó a corear el nombre del ex-gobernador favorito de la clase empresarial, y ya casi para finalizar, tocó el turno de mencionar a la comadre Itatí Cantoral, quien fue tomada por sorpresa por las cámaras, en medio de un gran bostezo.

Instantes después, así de golpe, se dio paso a la interpretación del Himno Nacional en la semitonada voz de Esmeralda Ugalde, quien al parecer cantó un poco afectada de las cuerdas vocales, o en el peor de los casos, la música no fue seleccionada dentro de su tono, lo que fue pecatta minuta para el respetable, que se dispuso a presenciar la parte sustancial del evento, en la monumental pantalla tridimensional.

O tal vez sería mejor decir, pantalla dividida en tres secciones desde donde parecía emerger una voz, ahora masculina, en off, que comenzó a enumerar las acciones desarrolladas por este gobierno en un año de gestión, aunque sin dejar de mencionar odos los males que dejara la “herencia maldita” para impedir el avance social de nuestro Estado, idea ilustrada con imágenes del villano ese, innombrable, que encabezó el gobierno anterior.

Instantes después comenzó el recuento de acciones, con una imagen de un camino carretero en pantalla, enmarcada por un conjunto de danza contemporánea, cuyas ballerinas se movían graciosamente al compás de una música barroca, a lo que siguió el listado de obras y acciones por 54 mil millones de pesos, mientras que para el año próximo se proyecta una inversión de 6 mil millones más, según dijo Gallardo Cardona más adelante, en la parte más solemne de la tarde.

Para ese momento ya se habían mencionado los beneficios del programa alimentario y la entrega de despensas para quienes menos tienen y más lo necesitan, la entrega de útiles escolares y mochilas, las clínicas rosa y otras obras sin parangón, ejercidas en la Zona Altiplano.

Una segunda intervención del ballet, ahora con música del maestro Arturo Márquez y su danzón número 2, precedió al recuento dedicado a la Huasteca hasta donde se han llevado las ya muy conocidas tortillerías y purificadoras, entre otras obras y acciones como las concretadas también en la Zona Centro, como el programa de transporte gratuito para estudiantes Mi Pase, y la habilitación del área de urgencias del Hospital Central.

Al tiempo se mencionó la regeneración del ahora llamado Circuito Potosí, la realización de la FENAPO con acceso gratuito, la reactivación de la economía de todo el Estado con préstamos, entre decenas de obras y acciones más.

Ya en el uso del micrófono, Ricardo Gallardo sostuvo que lo mejor está por venir para San Luis Potosí, después de que, por ejemplo, hoy es el único Estado que cuenta con cobertura de medicamentos totalmente gratuitos para personas enfermas de cáncer, entre las acciones innovadoras.

Otra de esas acciones es la intención de que San Luis Potosí sea en el futuro cercano un Estado digital, para lo cual se tenderán líneas de fibra óptica por las 4 regiones del territorio potosino, además de que para 2023 se tiene proyectado transferir las cantidad de 3 mil millones de pesos a los municipios potosinos, por lo que agradeció al Presidente Andrés Manuel López Obrador el apoyo brindado para ese fin, así como para concluir próximamente la nueva carretera a Tamazunchale y la remodelación del Aeropuerto de Tamuín.

De esa forma, con un discurso muy concreto, cerró el evento, y de inmediato los ríos de gente comenzaron a encaminarse hacia los transportes que los retornarían a sus lugares de origen, en los diferentes rumbos del Estado.

Y si bien es cierto, habrá a quienes les guste o no esta forma de gobernar, pero lo cierto es que hay cifras y “acciones palpables, que se pueden tocar”, afirmó el “pollo yo te apollo”.

Todo lo anterior queda al escrutinio y a la mejor opinión de los diferentes sectores de la población, para obtener así el mejor juicio, y para saber si es que ya, y cuánto, se nota lo que se anota.