Con su forma alargada, corteza crujiente y miga ligera, la baguette es un símbolo indiscutible de la panadería francesa. Su elaboración, aunque basada en una receta sencilla de harina, agua, levadura y sal, requiere precisión y maestría para alcanzar la textura y sabor perfectos.
Cada 21 de marzo se celebra el Día del Baguette, una fecha que honra a los panaderos que han mantenido viva esta tradición a lo largo de los siglos. En diferentes partes del mundo, esta ocasión se conmemora con degustaciones, talleres y eventos que resaltan la importancia de este icónico pan en la gastronomía.
Su versatilidad permite disfrutarla de múltiples formas, desde la clásica combinación con mantequilla y mermelada hasta preparaciones más sofisticadas como bruschettas, sándwiches gourmet o acompañamientos para sopas y fondue.
Más que un simple pan, la baguette es un emblema de la cultura culinaria francesa y un deleite que sigue conquistando paladares. En este día especial, no hay mejor manera de celebrarla que disfrutando de su inigualable sabor recién horneado.
Lo mejor de todo es que este pan es extremadamente versátil y se puede disfrutar de muchas maneras, desde un desayuno sencillo hasta una experiencia gastronómica sofisticada. Te presentamos algunas opciones que elevarán tu degustación:
o Mantequilla artesanal y mermelada casera: un clásico del desayuno francés que nunca pasa de moda. Prueba con mantequillas infusionadas con hierbas o cítricos y acompáñalas con mermeladas caseras de frutos rojos, higos o durazno para un toque gourmet.
o Bruschettas: disfruta de combinaciones como salmón ahumado con crema de eneldo y ralladura de limón, o pesto de albahaca con burrata y tomates confitados.
o Sándwiches: deléitate con opciones como roast beef con mostaza Dijon, rúcula y parmesano, o pato confitado con cebolla caramelizada y queso brie.
o Sopas y fondue: ideal para mojar en estos líquidos, su textura absorbe los sabores sin perder su consistencia crujiente.
