mayo 06, 2025

La elección perjudicial, La Soga al cuello Por Gandhi

Las mordeduras más peligrosas son las del calumniador entre los animales salvajes, y las del adulador entre los animales domesticados. Diógenes Laercio. 

Murió Luis Costanzo Palafox. Nadie le ha dado más satisfacción a esta tierra olvidada de dios, como el señor de los chocolates que se hizo cargo de la empresa fundada por su padre a mediados del siglo XX. Se sabe que su madre fue una mujer emprendedora que creó un modelo de negocios digno de admirarse, con expendios atendidos por mujeres amables que conocían a detalle todo sobre el proceso de producción de sus productos. Incluso el slogan de la marca sería algo que los potosinos jamás olvidaban, “los dulces más dulces que los besos de la novia”. En cualquier época la simple afirmación es muy audaz, difícilmente algo podría superar el intercambio de saliva entre dos personas que se aman, aunque ahora tal vez los colectivos vendrán a exigir que el lema de la marca Costanzo deberá incluir una referencia a los no binarios y la comunidad LGTBQ+. La corrección política actual no tiene nada que ver con la moral y las costumbres de la época en que los dulces y chocolates del confitero que llegó de Italia irrumpieron en la modosita y recatada sociedad potosina. La verdad es que el chocolate y las audaces combinaciones que su creador les concedió deben tener miles de historias jamás contadas, de esas que se guardan en el recuerdo y se pierden en lontananza, en los confines de la memoria. Yo en lo personal recuerdo la fascinación por el chocolate relleno de ron o rompope de una persona muy especial, o aquellas nueces encaneladas que adoraba mi abuela, siempre lograba sacarle una sonrisa a esa vieja sufrida que no paró un día de chingarle sin quejido alguno, a sus noventa y cinco años se murió esa anciana de gesto alegre amando la vida y adorando su postre favorito. El Willy Wonka potosino heredó a su hijo no sólo la magia del confitero, sino una empresa boyante y un amor por el trabajo y la dedicación al deseo de superarse día tras día. Descanse en paz Luis Costanzo, creador de sonrisas y remembranzas. 

En esta ciudad hay muchas historias de éxito, pero también un ánimo derrotista. A los potosinos les encanta sufrir, se quejan del frío, del calor, de los días nublados y lluviosos, inclusive, de los días nublados que al final no llueve. Nomás lo emocionan a uno, -diría mi tía Gertrudis-. en San Luis Potosí somos buenos para las promesas, y también para hacernos tarugos a la hora fatal de cumplir. Por ejemplo, los políticos potosinos son muy socarrones, todos ofrecen transparencia, honestidad, congruencia y una dedicación al trabajo como la que viene en las leyes cuando se juramenta guardar y hacer cumplir la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, la particular del estado y todo lo que de ellas emanen. En San Luis Potosí los hay desde gobernadores que prometieron construir hospitales y terminaron construyendo centros de espectáculos, o alguno que otro alcalde que tenía vasta experiencia en el tema de seguridad y a la hora de entrarle a los catorrazos sus huestes sonaron bofos. Tan malo el verde como el colorado, en esta feria de la impudicia lo que hay es una estrategia -o varias- para posicionar su nombre, la marca del patrocinador y hasta la esposa o un hijo como “plan b” en caso de que las cosas se compliquen por esas malditas trampas del destino que luego suelen poner como prueba divina los dioses del Olimpo. La fórmula perfecta para llegar al éxito en la política parece de manual: “como llegar al poder en cinco pasos”. Los políticos de ahora que aspiran al poder deben estar conscientes que de antemano los escrúpulos son obstáculos innecesarios, la dignidad también es un estorbo, aquí lo que rifa es la abyección y el cinismo. Las historias de éxito en la política no son como en la iniciativa privada, se debe estar dispuesto a ser rapaz y traidor, hay que gastar mucho dinero para comprar simpatías y para recuperar la inversión se debe contar con algunos cómplices dispuestos a todo, que sean profesionales en su campo y con amplia experiencia en la administración pública. Entiéndase por experiencia que ya sepan cómo torcer una licitación o hacer un arreglo debajo de la mesa. El presidente Andrés Manuel López Obrador siempre habló de la corrupción como el cáncer que consumía las entrañas del estado mexicano, terminó su sexenio tristemente sin haber derrotado a ese flagelo. La corrupción es inherente a la naturaleza del mexicano, esa fue la única verdad que el expresidente Enrique Peña Nieto dijo alguna vez, y así le fue por andar de claridoso. 

Eso me lleva a lo que será el tema de las próximas cuatro semanas, la elección judicial y su impacto sobre la política potosina. Para empezar, hay que definir que claramente las prioridades de cada quien son muy distantes, la intromisión de los partidos políticos en la elección es más que evidente y por lo tanto, es importante que todos sepamos y demos por entendido que existe una violación flagrante del espíritu de la ley que dio origen a la elección que supuestamente daría “independencia” al poder judicial. Para los partidos políticos nacionales hay dos vías, la cuarta transformación representada por el movimiento de regeneración nacional (Morena) y sus partidos satélites, la prioridad es la participación ciudadana de mínimo para legitimar el proceso y sus resultados, aunque sea con el mísero 10 % de participación del padrón electoral, la cosa está en que se vea gente formada. El régimen se verá obligado a utilizar las estructuras clientelares de los programas sociales federales para garantizar el mediano éxito del ejercicio democrático. Los partidos nacionales de oposición PAN y PRI le apuestan al fracaso de la elección porque no pudieron colocar aspirantes en las listas para ministros de la corte o magistrados y jueces federales. Les da lo mismo a panistas y priístas el resultado del proceso judicial y el posible beneficio solo será de tipo político en caso de que suceda lo esperado, poca participación ciudadana y una gran cantidad de votos nulos. Aunque tampoco olvidemos que el cómputo se realizará en “lo oscurito” y no en la casilla a la vista de los ciudadanos. Os recomiendo un par de mapaches herederos de la vieja tradición priísta y en diez días pueden hacer magia, o como antes le decían más bonito, “alquimia electoral”. Claro que esto último es un “supongamos”, porque “en teoría” Morena no hace esas cosas y si hay errores, eso serán responsabilidad única y exclusiva del instituto nacional electoral (INE). Para los que pensaron que esta elección sería distinta, se esperan las mismas prácticas para buscar imponer a magistrados y jueces: compra de votos; entrega de despensas; acarreo de votantes; y la inclusión de dinero proveniente del crimen organizado. Dejaríamos de ser México. Como en cualquier elección mexicana nunca faltan los ilusos, esos que piensan que tienen alguna posibilidad de vencer al sistema utilizando los medios tradicionales y sin mayor arma que un discurso y su creatividad, pobrecillos, hasta dan ternurita. 

En San Luis Potosí la elección judicial del estado tiene otras características, las dos estructuras clientelares más importantes ya están listas y en espera de instrucciones precisas, es obvio que tanto las bases sociales de la gallardía votarán por los ministros, magistrados y jueces federales que les ordenen desde la Ciudad de México. En igualdad de circunstancias se encuentran los morenos que desde la secretaría del bienestar pretenden sostener la farsa, ayuntar gente y votos para consolidar el proyecto nacional de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, además de hacer un ejercicio previo para la elección del 2027. Para nadie es un secreto que las pretensiones de enviar a la titular de la secretaría de gobernación Rosa Icela Rodríguez a buscar la gubernatura de San Luis Potosí están en marcha y se están tomando medidas al respecto. Por su parte los verdes se cuestionan cuál es la mejor vía para no romper con el régimen sin echar por la borda sus ambiciones políticas de postular a la esposa del gobernador Ruth González Silva, es que ya le invirtieron mucho tiempo, dinero y esfuerzo, cambiar de caballo a mitad del río es algo para lo que no estaban preparados. En medio de esta vorágine, el que se apresta para ser el gran ganador es el secretario de gobierno, en el terreno local las cosas están rotas entre morenos y verdes, la posible negociación entre las dos estructuras para apoyar una lista conjunta de magistrados y jueces es algo que no conviene a Guadalupe Torres, su idea es llevarse las cosas como pateando un bote. El tipo tiene infiltrado a Morena y sabe que los operadores políticos de la elección son simuladores, -por una parte- y no saben leer entre líneas, además de que los principales actores políticos de Morena a nivel local siempre están confrontados por egos pendejos, viejas rencillas y ambiciones políticas coincidentes. El escenario perfecto para dejar el poder judicial del estado en manos de un solo hombre la próxima década, y no estoy hablando del gobernador Ricardo Gallardo Cardona. 

@gandhiantipatro