LONDRES.— Emmanuel Macron y su esposa Brigitte protagonizaron un nuevo momento incómodo que ya recorre medios y redes en todo el mundo. A su llegada oficial al Reino Unido, las cámaras captaron el instante en que el presidente francés extendió la mano para ayudar a su esposa al bajar del avión, pero ella optó por sostenerse de la barandilla, ignorando el gesto de su marido por varios segundos.
Tras el breve desaire, ambos intercambiaron unas palabras antes de ser recibidos por el príncipe William y su esposa Kate Middleton. Aunque el saludo con la realeza transcurrió con normalidad, el instante del avión revivió la curiosidad pública por la relación del mandatario francés y la primera dama, quienes suelen acaparar titulares por su dinámica personal tanto como por su papel institucional.
No es la primera vez que un gesto de la pareja genera revuelo. En mayo, durante una visita oficial a Vietnam, las cámaras captaron un momento en que Brigitte aparentemente empujó el rostro de Macron con su mano mientras bajaban del avión, lo que fue interpretado como una bofetada. Días después, el mandatario aclaró que todo fue parte de una broma entre ambos: “Estábamos pasándola bien, bromeando”, declaró. Incluso su oficina aseguró que fue solo un momento para “desestresarse”.
Casados desde 2007, la historia de amor entre Emmanuel y Brigitte Macron ha sido constantemente objeto de atención. Ella fue su profesora durante su adolescencia, y su relación –marcada por una diferencia de edad de 25 años– ha sido tema de titulares desde que él emergió como figura política. Pese a las críticas y rumores, la pareja se mantiene unida, convirtiendo cada aparición pública en una escena seguida con lupa por la opinión pública internacional.
