El caso que rodea a Naasón Joaquín García suma un nuevo capítulo polémico luego de que su madre, Eva García, solicitara enfrentar en libertad el proceso judicial que enfrenta por presunto tráfico sexual y delincuencia organizada. A través de su defensa legal, la mujer de 80 años ofreció una fianza de 5 millones de dólares para obtener arresto domiciliario, un movimiento que ha generado indignación entre colectivos de víctimas que lo consideran un intento por dejar en el olvido los abusos cometidos contra menores y jóvenes mujeres dentro de la organización La Luz del Mundo.
Eva García fue detenida en agosto en Los Ángeles y actualmente permanece recluida en una cárcel de Nueva Jersey. La acusación federal señala que no sólo colaboró con los delitos que habrían sido cometidos por su hijo, sino que también habría sido cómplice de abusos perpetrados por su esposo, Samuel Joaquín. Documentos oficiales indican que la mujer habría formado parte de una estructura criminal que, durante años, explotó y manipuló a fieles de la iglesia para facilitar agresiones sexuales.
La defensa argumentó ante la jueza Loretta Preska que Eva García debe obtener el beneficio de libertad bajo fianza debido a su edad avanzada, su dependencia de una silla de ruedas y la necesidad de cuidados médicos especializados. Sus abogados aseguran que las instalaciones del Centro Correccional del Condado de Essex no cuentan con las condiciones necesarias para atender sus requerimientos de salud, además de insistir en que la acusada no representa riesgo de fuga ni amenaza para la comunidad.
Como parte de su solicitud, se ofrecieron propiedades valuadas en 2 millones de dólares y el respaldo de ocho familiares estadounidenses como avales, a fin de garantizar que la mujer permanecerá en el país y cumplirá con las condiciones de un eventual arresto domiciliario. Sin embargo, la fiscalía ha subrayado que la gravedad de los delitos —cuyas víctimas continúan luchando por justicia— exige que García permanezca bajo custodia mientras avanza el proceso.
La petición de libertad aparece en un momento delicado del caso, después de que la jueza autorizara la incorporación de declaraciones de impuestos de Naasón Joaquín y su madre como evidencia para probar presunto enriquecimiento ilícito. Mientras la defensa busca presentar a Eva García como una mujer frágil y sin antecedentes, las víctimas temen que una fianza millonaria pueda convertirse en un intento de borrar el impacto del abuso sistemático que denuncian haber sufrido durante años.
