septiembre 19, 2024

Muere el autor del huapango El Querreque, Pedro Rosa Acuña: 3 de enero de 1964.

– Desde los doce años, El Clarín Huasteco, como también fue conocido, comenzó a mostrar sus talentos musicales.

Un Día en la Historia de San Luis Potosí

Por Fernando Chavira López.

San Luis Potosí, S. L. P.- El 3 de enero de 1964, muere el xilitlense PEDRO ROSA ACUÑA, autor del famoso huapango El Querreque y El San Lorenzo, entro otros. Un virtuoso en la interpretación del violín.

Desde niño Pedro mostró una clara afición por la música. Al cumplir doce años, su madre le mandó hacer un violín con madera de pemoche, mismo que fue construido por un artesano de Xilitla llamado Agustín Hernández, y apodado el Huitlacoche. Las cuerdas estaban hechas con tripas de tlacuache y en aquel rustico instrumento, Pedro logró crear los huapangos tradicionales que escuchaba desde niño en las calles de Xilitla.

Pedro Rosa Acuña mejor conocido como El Clarín Huasteco es el compositor del auténtico Querreque; nació en año de 1931 en la comunidad del Cuartillo Viejo, Xilitla. Desde niño Pedro mostró una clara afición por la música.

Pedro Rosa Acuña

De carácter introvertido, Pedro fue animado por sus amigos y parientes para realizar su primera presentación como violinista y trovador, misma que se realizó en un baile en la casa de su medio hermano Librado Rosa Mata en la Comunidad de Cruztitla, también en el municipio de Xilitla.

Pese a su poca disposición de figurar en público, su capacidad para trovar y su buena voz le dieron fama en la Huasteca Potosina y sus alrededores y pesar de su negativa de salir de Xilitla y la Huasteca, fue incorporado a una gira artística que lo llevó a varios países incluyendo el Medio Oriente.

A fines de1963, con tan solo 32 años de edad, Pedro enfrentaba problemas serios de salud. Preso de una profunda depresión se encerró en un cuarto cerca de la «La Joyita» en Xilitla.

En una mañana del 3 de enero de 1964, en que era visitado por sus familiares varones, Pedro se sentó en la cama pidió su violín y pese a su extrema debilidad con sorprendente agilidad, tocó algunos versos del San Lorenzo.

Se dice que el último verso que cantó fue:

“La primera luz que vi, bajo todos los colores,

Lugar donde yo nací, ¡Xilitla tierra de amores!,

La de San Luis Potosí…

¡Está es mi tierra, señores!

Acto seguido, Pedro exclamó… “bueno. Ahí nos vemos” … y se acostó de nuevo en su cama. Minutos después, sus familiares se dieron cuenta que había fallecido.

Pedro Rosa Acuña nunca registró su música y con el paso de los años, sus composiciones pasaron a ser dominio público reportando grandes beneficios económicos a otros huapangueros y compositores que presentaron oficialmente como suyas las creaciones del xilitlense.

–Secretaría de Cultura de San Luis Potosí.

-Fotografía 1, violinista y compositor Pedro Rosa Acuña.