Ni la virgen nos ampare, La soga al cuello. Por Gandhi

No habría que escribir nunca sobre nadie. Tan convencido estoy de ello que cada vez que no tengo más remedio que hacerlo, mi primer pensamiento es atacar, incluso si lo admiro, a aquel de quien debo hablar. E. M. Cioran.

Hoy es uno de esos días que amanece, y no se sabe ni que se antoja. Y es que los mexicanos hemos hecho del domingo un ritual, una tradición maligna que comienza con levantarse tarde, salir a buscar algo a la calle para desayunar, o en el último de los casos, pedir comida por alguna de las aplicaciones digitales de reparto de alimentos. Los que tienen la posibilidad económica se pondrán un pants deportivo y saldrán a buscar el lugar de moda, algún sitio bien calificado en Travel Advisor previamente recomendado en Tik Tok o por alguna reseña de Instagram. Como diría mi abuelo – hombre honesto a sus horas- las cosas pasan cuando tienen que pasar, no cuando a uno se le antojan. Era su muy particular versión del “no por mucho madrugar amanece más temprano”, el viejo era un tipo que jamás conoció la angustia, la ansiedad o el miedo, él fue el ser más desasosegado que he conocido, y no diré que le valía muy poco la opinión de los demás, pero sí era muy necio, su estoicismo estaba anclado con raíces muy profundas, la tradición era su religión y las costumbres, ley. Yo por mi parte solo soy un payaso que no sabe si soltar al siglo XX y todo lo que habita ahí, o dejarlos perderse en lontananza. Hace días discutía con un joven de la generación zeta -porque los millennial son muy pendejos para debatir- y afirmaba que el futuro está a la vuelta de la esquina y todo será maravilloso, habrá esclavos mecánicos con inteligencia artificial (IA) haciendo nuestro trabajo, y nosotros prácticamente seremos zánganos, observaremos cómo el mundo se transforma en un algo mágico, casi que todos tendremos nuestra robotina para asear la casa y un hombre bicentenario para que haga los mandados. También la híper comunicación va formar parte de nuestra vida cotidiana y aunque todavía no se ha perfeccionado bien la idea, no habrá delitos, todos seremos como en la película de los cómicos “chucho” Salinas y Héctor Lechuga “México 2000”. En el documento cinematográfico, México sirve como ejemplo de que la raza humana puede cambiar y dejar de ser tan corrupta, violenta, ociosa y ser un ejemplo de esfuerzo y serenidad. Eso le permitirá a una junta de dioses aztecas resolver el cambio de una decisión casi inminente, la destrucción de la humanidad. El filme es de 1983 y aunque se presenta como una sátira, es curioso pensar que los realizadores de la misma bien pudieron haberla titulado “México 2025” y aún sería gracioso. Por cierto, quien sabe si sabrán allá en Dinamarca que acá los usamos como ejemplo de utopía y que envidiamos su sistema de salud pública.

Por lo pronto el Senado de la república aprobó reformas a la Ley de Amparo. La solicitud fue enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo el 15 de septiembre y tras un par de audiencias públicas realizadas el día 29 y 30 del mismo mes, se aprobó al día siguiente con 70 votos a favor y 39 en contra. Y faltaba a la cereza, en los primeros minutos del día 2 de octubre el senador de Morena Manuel Huerta Ladrón de Guevara (así es el apellido, no me consta nada) se robó la noche con una reserva polémica -sabrá Dios qué cóctel de sustancias prohibidas debieron haberlo inspirado- que fue aprobada también, el texto a la letra reza: los asuntos que se encuentren en trámite a la entrada en vigor del presente decreto, continuarán tramitándose hasta su resolución final conforme a las disposiciones que establece este decreto. Bonito transitorio les dejó el Ladrón de Guevara, después de haberse meado sobre la sacrosanta Ley de Amparo, ahora también quieren aplicar algo que nunca había pasado en México, el principio de retroactividad a la inversa, ósea, dícese de los juicios en trámite se resolverán conforme al decreto de marras, en cuanto el Congreso de la Unión lo ratifique y se mande publicar en el periódico oficial. “Chingóse” a su madre. La cuarta transformación dejó claro que no están dispuestos a perder más tiempo en gente mañosa que nada más hace perder el tiempo y se oponen al progreso del país, eso de andar alegando “interés legítimo” se acabó, no importa la ecología, los derechos ancestrales de los grupos étnicos, los derechos comunitarios y la sociedad civil organizada. Difícilmente encontraremos algo de sensatez en la cámara de diputados, aunque Ricardo Monreal se haya mostrado desconcertado por las características especiales de la reforma y el polémico artículo transitorio. La decisión estará en manos de la presidenta, solo ella puede exigir que se elimine semejante aberración, total, casi al dedillo y sin cambiar más que puntos, acentos y comas, será autorizada su primera propuesta relevante, porque la otra, la del nepotismo, se la despreciaron los muy malditos hijos de Adán. Pero bien harían los políticos morenistas en no andar jalando las barbas al diablo, ahora que están de moda los trascendidos desautorizados pero efectivos, vaya siendo que les pase lo que al coordinador del senado de la república por andar de socarrón. Adán Augusto López Hernández tuvo que salir a explicar de dónde le apareció una fortuna de 80 millones de pesos, hasta los impuestos y el color de las calcetas le sacaron los periodistas más marrulleros y buscones, y el otro que no le gusta hacer rabietas, se tuvo que tragar las “corajinas”, y eso es malo para el hígado.

Y por si alguien suponía que algo le hacía falta a esta montaña de excremento, ahí está el diputado federal de Morena Armando Corona Arvizu, quien presentó una iniciativa para sancionar con pena de hasta seis años de prisión a los creadores y divulgadores de los llamados “memes y sticker” cuando se utilicen para ridiculizar y denostar a personas sin su autorización, incluso, la penalidad aumentaría si es una figura pública, un funcionario de elección popular o por nombramiento. De acuerdo con la propuesta presentada se busca adicionar los artículos 211 Bis 8 y 211 Bis 9 con el objetivo de castigar a quien “cree, manipule, transforme, reproduzca o difunda imágenes, videos o representaciones digitales generadas con tecnologías de edición o inteligencia artificial que afecten la reputación o la dignidad de la persona”. No me extrañaría que el diputado de Ixtapaluca retire su bodrio en los próximos días, no es la primera ocasión que un personaje de la vida pública pretenda saltar a la fama con una propuesta estúpida. El día que algo así se apruebe en México van hacer falta centros penitenciarios para guardar a tanto morboso que no pierde la oportunidad para humillar al vecino policía o al cura de su parroquia, con más razón es un deporte nacional hacer memes de los personajes más populares de la farándula como Fernández Noroña y Alito Moreno. En lo personal, no soy un creador de memes o sticker, porque para eso hace falta cierto ingenio y creatividad, (que no tengo) pero si suelo divulgar cualquiera que llega a mis redes sociales y atesoro en particular los del gobernador Ricardo Gallardo, el alcalde Enrique Galindo, y alguno que otro diputado menso, excepto de las diputadas porque son muy desabridas, hasta parece que no conocen el amor. Así que posiblemente me preocupa esa reforma al código penal, sobre todo si el senador Ladrón de Guevara va aparecer al final con su puto transitorio de la irretroactividad de la ley. ¿El vato no supone acaso que en caso de aprobarse su bazofia podría crearse una paradoja capaz de alterar el espacio tiempo?

Vámonos ya, la semana se anuncia sin lluvias, cuídese usted de los baches, también de los del chaleco guinda que lo querrán afiliar a Morena y de los prestamistas colombianos, todos iguales.

@gandhiantipatro