Nicole Kidman pagó 11 milloncitos a Keith Urban por la obligación de mantenerse sobrio… y ya se divorciaron

El divorcio de Nicole Kidman y Keith Urban, tras 19 años de matrimonio, dejó al descubierto una de las cláusulas más curiosas de su contrato prenupcial: el compromiso de sobriedad del cantante de country. Según se reveló, el acuerdo establecía que Urban recibiría 600 mil dólares por cada año en que se mantuviera libre de adicciones, lo que en casi dos décadas de relación sumó alrededor de 11 millones de dólares.

La medida, bautizada por la prensa como la “cláusula de la cocaína”, fue incluida en 2006, año en que la pareja contrajo matrimonio en Sídney. Apenas cuatro meses después de la boda, Urban ingresó voluntariamente a rehabilitación, con el apoyo total de Kidman. Desde entonces, y según lo pactado, habría mantenido una conducta sobria que le permitió acumular ese beneficio económico millonario.

Más allá del dinero, la cláusula tenía como trasfondo el historial de adicciones del cantante, quien en varias entrevistas reconoció que Kidman fue clave en su recuperación. Incluso llegó a afirmar que la actriz le salvó la vida al intervenir en su rehabilitación poco después de casarse. El incentivo económico, sin embargo, ha captado la atención del público por su peculiaridad y por el peso que ahora tiene en el contexto del divorcio.

La relación entre ambos comenzó en 2005 y pronto se convirtió en una de las más admiradas de Hollywood. Durante años compartieron éxitos profesionales y la crianza de sus dos hijas, Sunday Rose y Faith Margaret. Pese a la imagen de estabilidad, las tensiones nunca estuvieron del todo ausentes, y finalmente Kidman presentó la demanda de divorcio en 2025.

Así, lo que durante casi dos décadas fue visto como un ejemplo de amor y compromiso en la industria del espectáculo termina con un giro inesperado: el reconocimiento de que la sobriedad de Urban no solo fue vital para su vida y su carrera, sino también un compromiso contractual que le dejó 11 milloncitos en el bolsillo.