Otra de austeridad y humildad morenista y aliados como el Verde en Madrid y CDMX; Pedro Haces, la vuelve hacer con sus lujos y despilfarro

Contrario a los principios que presume la Cuarta Transformación, el diputado de Morena y líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), Pedro Haces, ha protagonizado en las últimas semanas dos celebraciones de cumpleaños marcadas por el lujo. La más reciente fue el pasado martes en el hotel St. Regis de la Ciudad de México, uno de los más exclusivos del país, apenas unas horas después del cierre del periodo extraordinario en la Cámara de Diputados.

La cita en la capital mexicana fue a las 9:00 de la noche en el salón Caroline’s Four Hundred, descrito como el “Secret Spot más exclusivo de la ciudad”, al que se accede a través de la tienda de lujo SOLITO. El lugar ofrece mixología de autor, espectáculos en vivo, alta cocina internacional y bebidas de alto costo: una langosta a la mantequilla o jamón ibérico de bellota cuestan 1,290 pesos; un Dom Pérignon Brut, 12,900; y una botella de Valbuena 5, 15,000. A la reunión asistieron figuras de Morena como Ricardo Monreal, Sergio Gutiérrez Luna, Dolores Padierna y Cuauhtémoc Blanco, además de aliados de otros partidos como Ricardo Mejía, Manuel Velasco y priistas como Marcela Guerra y Mario Zamora.

Pero esta no fue la única celebración. El 18 de julio, Haces organizó en Madrid una opulenta fiesta en el hotel Rosewood Villa Magna, en la que costeó alrededor de diez habitaciones con tarifas de unos 15 mil pesos por noche para alojar a cerca de 100 invitados. Entre los asistentes estuvieron la ministra de la Suprema Corte Yasmín Esquivel y su esposo, el empresario José María Riobóo, la productora Carla Estrada y el diputado Enrique Vázquez. La reunión se planeó con extremo cuidado, incluso prohibiendo teléfonos celulares para evitar filtraciones.

La polémica madrileña comenzó cuando Ricardo Monreal negó haberse hospedado en ese hotel, pero fue desmentido por fotografías que lo mostraban acompañado de su esposa. Posteriormente, alegó que solo había pagado 100 euros por un desayuno buffet y que no se le vinculaba con una reserva, argumentos que no lo libraron de cuestionamientos públicos. La imagen de Monreal y otros morenistas en un entorno de lujo contrastó con el discurso de austeridad que el partido promueve.

A esta controversia se suma que, según autoridades mexicanas, Pedro Haces es identificado como presunto operador en esquemas de facturación y outsourcing, sectores que la 4T ha señalado como incompatibles con su proyecto. Tras estas revelaciones, la presidenta Claudia Sheinbaum ha reiterado que con su gobierno el outsourcing “se terminó” y que ningún militante tiene autorización para involucrarse en esas prácticas.

Ambos festejos —en España y en México— no solo exponen un despliegue de opulencia en contraste con los llamados internos a conducirse con sencillez y austeridad, sino que también fortalecen la percepción de incongruencia dentro del partido gobernante. Las recientes declaraciones de Sheinbaum, que advierten contra viajes privados, ropa de marca, guardias de seguridad y comidas en restaurantes caros, parecen quedar en letra muerta frente a las acciones de algunos de sus cuadros más visibles.