PRI pierde lugar en la Mesa Directiva del Senado por primera vez en 96 años

El PRI vive un hecho inédito en su historia: por primera vez desde 1929, cuando se fundó como Partido Nacional Revolucionario, quedó fuera de la Mesa Directiva del Senado. Esto ocurrió tras la renuncia del senador poblano Néstor Camarillo, lo que redujo a 13 el número de legisladores priistas y dejó al tricolor en desventaja frente al Partido Verde Ecologista de México (PVEM), que ahora cuenta con 14 integrantes.

Con la salida de Camarillo, el PRI pasó a ser la cuarta fuerza política en la Cámara Alta, lo que significa que perdió automáticamente su derecho a ocupar una de las vicepresidencias de la Mesa Directiva, órgano de conducción del Senado. La normativa establece que estos cargos deben repartirse de acuerdo con el tamaño de cada bancada.

Aunque en 2024 se había aprobado la creación de una cuarta vicepresidencia para dar representación al PVEM, ahora este partido ya ocupa el tercer lugar en número de escaños. Esto deja al PRI relegado a un papel menor e incluso con el riesgo de no tener presencia en la conducción de los trabajos legislativos.

La exclusión del tricolor marca un quiebre histórico en la política mexicana, pues el partido que durante décadas dominó el Congreso ahora enfrenta una disminución sin precedentes en su poder de decisión. La renuncia de Camarillo no solo evidenció la crisis interna del PRI, sino también el avance de nuevas fuerzas políticas que hoy redefinen el equilibrio en el Senado.