Una nueva revelación en el caso del atentado contra el candidato presidencial colombiano Miguel Uribe ha causado conmoción: los autores intelectuales del ataque planeaban eliminar a los participantes del crimen para no dejar rastro. Así lo declaró Katerine Martínez Martínez, alias “Gabriela”, de 19 años, quien fue capturada junto con un sicario de solo 14 años de edad involucrado en el intento de asesinato.
Katerine, quien asegura que fue obligada a participar bajo amenazas, confesó que fue reclutada por un hombre apodado “El Costeño”, identificado como Élder José Arteaga Hernández. Este sujeto, señalado como líder de un grupo de sicarios, habría sido contratado para ejecutar el atentado contra Uribe Turbay y fue quien le explicó el macabro plan para desaparecer a todos los involucrados, incluidos el joven sicario y el conductor del taxi que los trasladó.
El conductor del taxi de aplicación fue identificado como Carlos Eduardo Mora González. Según los testimonios, él transportó a Katerine hasta el lugar del acto político donde se encontró con el menor de edad, Juan Sebastián Rodríguez Casallas, a quien le entregó el arma con la que se perpetró el ataque. Posteriormente, tanto el adolescente como el chofer se convirtieron en objetivos de eliminación por parte del grupo criminal.
“Dijeron que necesitaban acabar con la cola”, relató Gabriela. “Que primero iba a ser el venezolano del Spark gris y luego el menor de edad”, señaló en referencia al conductor del taxi. Agregó que al cuestionar el motivo, “El Costeño” le respondió que el chofer tenía antecedentes con él y era “muy chismoso”, lo que representaba un riesgo para todos los implicados en el atentado.
Las declaraciones de Gabriela, dadas a conocer por la revista Semana, han encendido las alarmas sobre el nivel de planificación y crueldad detrás del ataque, mientras continúan las investigaciones para desmantelar completamente la red de autores materiales e intelectuales del atentado contra el político colombiano.
