– Pese a las disposiciones anunciadas por Donald Trump contra la migración, familias de diversos países mantienen la ilusión de cruzar la frontera norte.
Texto y fotos por Ruth Berrones Casasola.
San Luis Potosí, S. L. P.- Es 21 de enero; son las 9:30 de la mañana en la Capital potosina; el sol, está en su esplendor.
Cerca de la casa del Migrante Luis Morales Reyes, varios hombres, 2 mujeres y una niña de 2 años y medio, se encuentran sobre la banqueta paralela a las vías por donde circula el tren de la empresa Kansas City Southern, que se dirige hacia la zona fronteriza con los Estados Unidos de Norteamerica .
Están esperando al tren. La Bestia, le llaman algunos. Desde muy temprano llegaron aquí para cumplir su objetivo: Llegar a la frontera, y poder cruzar hacia los Estados Unidos de Norteamerica para superar la pobreza que les aqueja en sus paises.
Llegaron hace dos dìas a la Casa del Migrante, que creó y administra la Iglesia Catòlica, a travès de la asocaciòn Càritas, y que brinda asistencia a los migrantes, en donde les proporcionan alimento, ropa y lugares para que descansen en su trànsito hacia el vecino paìs.
Ya repuestos – porque sufren al viajar en el tren, no tienen dinero, y “La Bestia” es su unico medio de transporte -, y con buen ánimo, están ansiosos, esperando al tren.
Aquì se juntan todos; los identifica un sueño: Lograr llegar a los E.U., y se apoyan entre ellos. Acuerdan que recibirán la señal, sì es que pueden abordar el tren.
Esperan. Ya no les importa el tiempo de esa espera.
Aquì, la joven Paola viene de El Salvador. Quiere llegar a Texas. Viaja sola. Ha vivido una odisea en el camino pero no se desanima. Tiene el ojetivo de poder cruzar, y ella se da ánimo .
“Yo voy buscando la frontera de Piedras Negras para cruzar allá. Vamos a esperar aquí a mis compañeros, por sì se aborda o no.
La joven comento que el lunes por la noche vieron las noticias en la Casa del Migrante, con la sorpresa de que fue cerrada la aplicación CBP One, que se utilizaba para solicitar permiso para ingresar al vecino país del norte, para despùes de escuchar las declaraciones de Donald Trump, ahora presidente de los Estados Unidos de Norteamerica, quien declaro emergencia nacional la presencia de los migrantes, y ordenó el despliegue de soldados y guardias nacionales hacia las fronteras con Mèxico para contener el ingreso de la ola migrante.
Los migrantes que aquì se encontraban, lloraron: “Todos ahi en el albergue lloramos cuando vimos lo de la toma de posesiònde Trump y entre todos nos dijimos – si quito la aplicaciòn para los permisos entonces vamos a entrar de manera ilegal”, dijo Paola.
En el grupo tambien se encuentra don Carlos, originario de Panamá. Él tiene 58 años, no lleva equipaje. Sólo una sencilla chamarra ,para cubrirse del frìo, pero no le importa. Quiere cruzar la frontera para reunirse con su hijo ya que vive en San Antonio, Texas.
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“No me importa que el presidente ese, Donald, haya dicho que no nos va a dejar pasar; eso lo vamos a ver. Eso dice èl, pero son más mis ganas de ver a mi hijo y de trabajar alla”, comentò el señor Carlos.
En el lugar tambièn se encuentra una joven familia que está viajando hacia la frontera, compuesta por Edwin, de 26 años, y su esposa, Fanny, de 24, y su bebe Emely, de 2 años y medio. }Vienen de Ecuador, donde vivian en condiciòn de pobreza. Abordaron el primer tren en Tapachula, Chiapas.
Aqui en San Luis Potosì llegaron a la casa del migrante, por referencia de unos paisanos. Aquí se quedaron dos dìas, donde los alimentaron, les regalaron ropa, y cobijas, sobre todo para abrigar a la niña. Hoy continuarán con su travesía.
“Pues si, ayer vimos ahi en la casa (del migrante) las noticias y lo que dijo el presidente de Estados Unidos pero no le haremos caso. Primero Dios y vamos a llegar a ese país y vamos a cambiar nuestra vida, y sobre todo la de nuestra bebe”, aseguro el joven.
Mientras conversamos con ellos, se escuchan a lo lejos los silbidos del tren: Ellos se preparan, toman sus pertenencias, y esperan que se acerce “La Bestia”.
A la voz de uno de ellos, – quien realiza su segundo viaje en esas condiciones -, abordarán el tren, que los llevara a buscar con esperanza, el sueño de mejorar sus vidas.