Ébano, S. L. P.- 14 de febrero de 2021

Anacleta:

Créeme que esta tarde del 14 de febrero suspiro largamente y cuando ya estos se entrecortan, mis ojos por ti se anegan de salubres gotas de agua.

Hace seis décadas sostenías la hipótesis de quién comprende lo que hay mucho más allá del Universo, no verdaderamente puede controlar los pasos y sentimientos de una mujer, sino como estos al quebrantar sus autoritarios equilibrios al unirse pueden entender cómo funciona verdaderamente el amor, el ser aún sumado al otro solo uno, para crear nuevas galaxias.

Estábamos inmaduros aún y por eso nos alejamos y nos alejaron de ese Rancho Grande.

Agradecido estoy con el primero y último beso por ti recibido.

Te contestaré las dos últimas preguntas que hace poco me hiciste, vivo con la que no esperé impacientemente su pronta llegada.

Referente a la otra, es afirmativo, sigues siendo en mi vida un hermoso fantasma que suele despertarme a deshoras a veces.

Esta tarde fría del 14 de febrero, reafirmé por ser el día de mi cumpleaños que el primer amor y los otros viejos amores, no se desatan nunca.

Por el contrario, son fantasmas que nos perseguirán por siempre.

Tu ayer, primer cariñito.

Ladislao