La propuesta de incrementar las penas para quienes cometan el delito de extorsión es una medida importante para combatir este tipo de crimen y proteger a la ciudadanía. La extorsión es una actividad delictiva que causa gran daño a las personas y a la sociedad en general, generando miedo e inseguridad.

El aumento de las penas de prisión y las sanciones pecuniarias puede disuadir a los delincuentes de cometer este tipo de acciones y contribuir a la prevención del delito. Además, al endurecer las consecuencias legales para los extorsionadores, se envía un mensaje claro de que este tipo de conductas no serán toleradas y serán castigadas de manera severa.

Es importante que estas medidas se acompañen de acciones de prevención y combate al crimen organizado, así como de políticas públicas que promuevan la denuncia de estos delitos y brinden apoyo a las víctimas. La cooperación entre autoridades y sociedad civil es fundamental para enfrentar este problema de manera efectiva y proteger los derechos y la seguridad de la población.