mayo 14, 2024

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Chencha. Un texto de Valentín Ortiz Rebolloso

Ébano, S. L. P.- De Polvos y olvidos, entre uno y otro cafecito, 12 de abril de 2021.

Chencha

Por el amor de Dios, se lo digo otra vez; entiéndame por última vez.

Sé acuerda de aquel Burro Cleofas, espero que haya entendido bien la lección para que no la repita nunca.

Por más bolsas, cachuchas, playeras, tarjetitas, que regalen los candidatos o candidatas, la ciudadanía que tiene dignidad, votará sin fanatismo por los Candidatos o Candidatas que tienen muy bien definidos sus principios y convicciones, sus propuestas que sean factibles y de alto impacto en la población.

Votarán por los que no son buscadores de vivir bien para el futuro de su familia, parientes políticos ni porristas.

Serenense, las elecciones, eso creo que la ciudadanía lo tiene muy claro, se angustian los que ven la política como esa puerta para vivir indignamente del erario, los que son incapaces de desarrollar competencias que les permitan insertarse en el campo laborar y con un salario digno.

Las elecciones se definirán el 6 de junio, solo hay que votar civilizadamente.

Reitero de acuerdo al nivel de conciencia y compromiso moral de cada ciudadana y ciudadano, ese día 6 de junio muchos ciudadanos, volverán a su realidad existencial y la resaca moral le perdurará para toda su vida y si lo superan, solo les durará por tres años.

Lo siento por los que con su mal ejemplo de saltar de aquí para allá , intentarán regresar a las institjciones que abandonaron aún sonrientes con inmensa pena y solo encontrarán la mirada , la voz   de  escarnio de a quenes traicionaron, incluyendo a su misma familia y amigos.

Ánimo, la política un día será esa verdadera herramienta que permita a los hijos de los pueblos, impulsar un pueblo para las generaciones del presente y del futuro en un pueblo de Progreso en todos los aspectos socio politicos.

Y si nos toca perder, porque la mayoría del pueblo fue maiceado, usted no se preocupe, mientras la dignidad la tengamos bien firme, nos mantendremos de pie.

¡No hay mal que dure cien años!

Ya te lo dije, Chencha y entonces sí que nos casamos con más ganas para enfrentar con orgullo y coraje a la vida.

Tu Eliseo